A través de unos experimentos demostraron que, los alumnos que bebían y se hidrataban durante la prueba eran también los que obtenían mejores notas.
Los investigadores atribuyen esta curiosa forma de mejorar los resultados a un examen a dos cosas, una de ellas es que el agua tiene un efecto fisiológico sobre el cerebro que mejora la capacidad de razonamiento y otra es que beber durante una prueba de conocimiento alivia la ansiedad.
“En cualquier caso, los estudiantes deberían permanecer hidratados con agua en los exámenes”, concluyen Chris Pawson y sus colegas, que animan a los profesores a transmitirlo a sus alumnos.
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